Los pasos para diseñar un vestidor en casa
De acuerdo con un informe publicado recientemente, más del 65 % de la población española reside en edificios. Esta realidad provoca que, en ocasiones, los armarios de las viviendas carezcan de las dimensiones que poseen aquellos que se encuentran en las casas, tales como chalets o adosados.
Con el fin de paliar esta situación, cada vez son más los ciudadanos que se animan a quitarle espacio a otras estancias del hogar. Como resultado, no solo ganan otra habitación, sino que pueden convertirla en un vestidor si así lo consideran conveniente. En caso de que estés pensando en incorporar uno a tu domicilio, la tienda kasasdecoracion nos da todas las claves para diseñarlo sin fracasar en el intento:
Primer paso: decántate por una forma
Según los expertos en decoración, los vestidores pueden tener varias formas. Dentro de estas últimas encontramos los diseños rectos, en “L” y en “U”. El primero de ellos, el recto, sigue la tónica de los armarios convencionales. Es decir, independientemente del tamaño que tenga el habitáculo en cuestión, todos los enseres se colocan sobre una estructura situada en una de sus paredes.
El resto de tabiques pueden ser ocupados por un espejo de cuerpo entero y ventanas, por ejemplo, las cuales aportarían algo de luz natural a tus prendas. De igual manera, es cuando menos frecuente incorporar un sillón donde poder sentarte a la hora de ponerte los zapatos o descansar tras un largo día de compras.
Por otro lado, el diseño con forma de “L” está pensado para ocupar dos paredes contiguas, mientras que el vestidor en “U” hace lo propio con tres, nada más y nada menos. Si te decantas por la segunda opción, has de saber que no es necesario apoderarse de ambos tabiques al completo, pues es suficiente con invadir un poco de los dos. De ese modo, dispondrás de mucha amplitud.
Mientras que, en caso de que selecciones la tercera, debes tener en cuenta que es la forma más acertada para distribuir el espacio entre dos o más miembros de la familia. Si convives con tu pareja, basta con atribuir las paredes paralelas a cada componente y depositar objetos de uso común en la del medio.
Segundo paso: elige un estilo
Aunque no lo creas, la elección del estilo decorativo resulta clave a la hora de repartir las distintas prendas que poseas por los muebles que hayas adquirido con anterioridad. Ni que decir tiene que las estanterías de acero no casan con ropa formal, de la misma manera que un armario de madera marrón no es el lugar más acertado donde ubicar indumentaria deportiva y colorida.
Como alternativa, te proponemos recurrir a estructuras con tonos claros, ya que ayudan a que los atuendos destaquen a simple vista. No obstante, si te caracterizas por ser una persona que viste con trajes de chaqueta negros y camisas blancas, los estantes oscuros siempre van a ser la opción ganadora. Asimismo, te recomendamos apostar por cajas, sobre todo para introducir aquellos objetos que alteren el estilo cromático predominante.